JORGE CARDENAS SE FRUNCIO ANTE JESUS ROBERTO
Entre 1991 y parte de 1992 me desempeñe como delegado de la SEDUE en la Ciudad de Matamoros, Tamaulipas. La principal actividad era la vigilancia del adecuado confinamiento de los desechos industriales que originaban las maquiladoras en los procesos industriales, asimismo, me correspondia la vigilancia de la zona federal y las playas. Las obligaciones eran muy delicadas para los recursos humanos y tecnicos de la dependencia.
Había que coordinarse con la presidencia municipal a efecto de lo relacionado con la playa y los desechos. El presidente municipal, por segunda ocasión, era Jorge -El Zeppelin- Cárdenas González. Para los matamorenses era don Jorge, para sus contemporáneos en Ciudad Victoria , "El Zeppelin", mote que le pusieron sus compañeros en la escuela primaria en razón a la forma de su cabeza notablemente alargada que paracía un Zeppelin.
Cada semana acudía, como invitado al ser funcionario federal, a las juntas de cabildo, las cuales se transmitían por radio a través de la XEEW de la que El Zeppelin Cárdenas era concesionario. Siempre me pareció, y se lo dije, que era un muy buen ejercicio democrático y de acceso a la información. En Matamoros, pienso, que no le dieron el mérito y valor que tenía el evento, lo tomaban a chunga los periodiqueros y la maledicencia en los cafés la denominaban "La tremenda corte", en alusión al programa cómico radiofónico cubano en el que el protagonista principal es Tres Patines.
Pues bien, en un de esas ocasiones, Jorge, o sea El Zeppelin, me dijo, pretendiendo manipularme, que actuara en contra de un bolero que tenía un cajón y demás instrumentos para su labor en un sillón muy comodo, con toldo frente a la catedral, en el puesto del aseador de calzado siempre tenía un bulto de alimento para las aves con las que alimentaba a cientos de palomas que se congregaban. El Zeppelin, o sea, don Jorge, se reteencabronaba ya que le estropeaba la ceremonia diaria de jura a la bandera y además las palomas le cagaban toda la plaza. Y el muy humilde bolero se burlaba de él y no lo respetaba. Quería que el delegado de la SEDUE, o sea yo, le hiciera cargos y lo remitiera a la cárcel. Obvio le dije que no era de mi atribución y funciones, sino que le correspondía al municipio dentro del Bando de Policía y Buen Gobierno.
Fué entonces cuando me dijo que todos los días Jesús Roberto Guerra Velasco, expresidente municipal, le llevaba toodos los días el bulto de alimento para las aves al bolero. Y que él de plano con Jesús Roberto no se metía. Y ahí fué cuando don Jorge, muy echado para adelante, muy salidor, muy enérgico, muy entrón....... se arrugó todito, esto es, se frunció, le tuvo miedo a Jesús Roberto Guerra Velasco.
FUENTE......
Fuí protagonista de los hechos.
19/enero/2016
Ciudad Victoria, Tamaulipas.
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