( En toda la historia de Tamaulipas, desde el Nuevo
Santander, es el único gobernador legitimado por
el sufragio universal, en elecciones competidas
y vigiladas )
Carlos F. Salinas Domínguez
En toda la historia del estado de Tamaulipas, de 1824 a 2016, esto es, 192 años, el ciudadano Francisco García Cabeza de Vaca, (en adelante Cabeza de Vaca) vecino de la Ciudad de Reynosa, es el primero que llega al cargo de gobernador constitucional mediante el sufragio popular, en elecciones competidas, vigiladas y con certeza electoral. Nunca en casi dos siglos había ocurrido.
Cabeza de Vaca es el gobernador constitucional de Tamaulipas legitimado por el sufragio universal, ostenta una legitimidad que nadie antes había tenido. Su responsabilidad ante los tamaulipecos y la historia es abrumadora. No se sabe sí sabrá responder a élla.
Lo más cercano a una situación parecida se dio en 1861 en que compitieron por la gubernatura de Tamaulipas, Cipriano Guerrero, (mi tatarabuelo) y Jesús de la Serna. Los cómicios fueron rispidos y los dos reclamaron el triunfo electoral desembocando en una guerra entre "Los Crinolinos" de Guerrero y "Los Rojos" de Serna. Las principales batallas se dieron en la Ciudad de Matamoros. El presidente Benito Juárez envió a Ignacio Comonfort y a Santiago Vidaurri para que suspendieran las hostilidades a fin de concretarse a luchar contra la invasión de los franceses. Ignacio Comonfort quedó como gobernador. Desde esa fecha nunca más se presentaron elecciones competitivas, todos los gobernadores fueron designados por "un dedazo" presidencial, o por del gobernador cacique o de gobernadonzuelos como Cavazos Lerma que designó a Yarrington y éste a Eugenio Herández y éste a su vez a Rodolfo Torre y a su hermano Egidio que llegó por una casualidad al acontecer el asesinato de su hermano. Nadie pero nadie ha tenido la legitimidad que tiene Cabeza de Vaca.
Ahora bien, el triunfo de Cabeza de Vaca en las urnas no se debió a sus prendas intelectuales que son bien magras, sino a la coyuntura de lo que se ha convertido en un lugar común: "el hartazgo de la sociedad por el infame desempeño de La Casta de los Narcogobernadores", a saber: Cavazos Lerma, Yarrington, Hernández y Torre Cantú.
A la fecha, a 18 días de tomar posesión del cargo el 1o. de octubre, el gobernador electo no ha dado algún atisbo de estar consciente de la responsabilidad histórica que tiene. Cabeza de Vaca, por formación y modos, es un producto similar a cualquier politiquero del PRI, es natural, nacen, se forman y surgen en un mismo sistema político. Son del mismo cálibre, en mañas y modos. Es lo que produce el sistema político mexicano y el de Tamaulipas, no hay de otros.
Además, si se agrega que Cabeza de Vaca carece de una formación académica sería, (estudio mercadología) en conocimiento de las ciencias sociales, las humanidades, la historia, la teoría política y la sociología, sin lecturas formativas ni lecturas actuales su perfil se complica. No es un líder ético, es un politico de rompe y rasga en el sentido líteral, o sea, de ánimo resuelto, de temperamento y sin miedos aparentes. Eso no basta para responder a la carga histórica que conquistó en las urnas. Y repito, no, no basta, se necesita formación con valores y principios, un líderazgo ético que esta muy lejos de representar de conformidad con su conducta en anteriores en cargos públicos.
Y sí se agrega que está rodeado por una runfla de lo que llaman "Reynosa Trash" el panorama se complica, son los logrones y ganosos que al grito " ahora nos toca a nosostros ", conciben la administración pública como un medio para enriquecerse de manera rápida y escandalosa, es el lumpenaje político. Asi es, así ha sido y así será.
Al gobernador electo Cabeza de Vaca, le vendría bien saber lo que pensaba Jean Paul Sartre, filósofo del existencialismo, sobre la autenticidad "...quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es....". El quid, el meollo, la incógnita de los tamaulipecos es que no sabemos quién es Cabeza de Vaca, ni lo elemental, no sabemos quién lo parió. Y lo que los periódicos, casí en forma unánime, escribieron, asegurando que de es de lo peor en todos los sentidos. Pero, era peor el candidato del PRI que rechazaron en las urnas.
Y concluyo con algo que he escrito desde hace muchos años: " tengo fe mas no esperanza de que las cosas cambien"
En toda la historia del estado de Tamaulipas, de 1824 a 2016, esto es, 192 años, el ciudadano Francisco García Cabeza de Vaca, (en adelante Cabeza de Vaca) vecino de la Ciudad de Reynosa, es el primero que llega al cargo de gobernador constitucional mediante el sufragio popular, en elecciones competidas, vigiladas y con certeza electoral. Nunca en casi dos siglos había ocurrido.
Cabeza de Vaca es el gobernador constitucional de Tamaulipas legitimado por el sufragio universal, ostenta una legitimidad que nadie antes había tenido. Su responsabilidad ante los tamaulipecos y la historia es abrumadora. No se sabe sí sabrá responder a élla.
Lo más cercano a una situación parecida se dio en 1861 en que compitieron por la gubernatura de Tamaulipas, Cipriano Guerrero, (mi tatarabuelo) y Jesús de la Serna. Los cómicios fueron rispidos y los dos reclamaron el triunfo electoral desembocando en una guerra entre "Los Crinolinos" de Guerrero y "Los Rojos" de Serna. Las principales batallas se dieron en la Ciudad de Matamoros. El presidente Benito Juárez envió a Ignacio Comonfort y a Santiago Vidaurri para que suspendieran las hostilidades a fin de concretarse a luchar contra la invasión de los franceses. Ignacio Comonfort quedó como gobernador. Desde esa fecha nunca más se presentaron elecciones competitivas, todos los gobernadores fueron designados por "un dedazo" presidencial, o por del gobernador cacique o de gobernadonzuelos como Cavazos Lerma que designó a Yarrington y éste a Eugenio Herández y éste a su vez a Rodolfo Torre y a su hermano Egidio que llegó por una casualidad al acontecer el asesinato de su hermano. Nadie pero nadie ha tenido la legitimidad que tiene Cabeza de Vaca.
Ahora bien, el triunfo de Cabeza de Vaca en las urnas no se debió a sus prendas intelectuales que son bien magras, sino a la coyuntura de lo que se ha convertido en un lugar común: "el hartazgo de la sociedad por el infame desempeño de La Casta de los Narcogobernadores", a saber: Cavazos Lerma, Yarrington, Hernández y Torre Cantú.
A la fecha, a 18 días de tomar posesión del cargo el 1o. de octubre, el gobernador electo no ha dado algún atisbo de estar consciente de la responsabilidad histórica que tiene. Cabeza de Vaca, por formación y modos, es un producto similar a cualquier politiquero del PRI, es natural, nacen, se forman y surgen en un mismo sistema político. Son del mismo cálibre, en mañas y modos. Es lo que produce el sistema político mexicano y el de Tamaulipas, no hay de otros.
Además, si se agrega que Cabeza de Vaca carece de una formación académica sería, (estudio mercadología) en conocimiento de las ciencias sociales, las humanidades, la historia, la teoría política y la sociología, sin lecturas formativas ni lecturas actuales su perfil se complica. No es un líder ético, es un politico de rompe y rasga en el sentido líteral, o sea, de ánimo resuelto, de temperamento y sin miedos aparentes. Eso no basta para responder a la carga histórica que conquistó en las urnas. Y repito, no, no basta, se necesita formación con valores y principios, un líderazgo ético que esta muy lejos de representar de conformidad con su conducta en anteriores en cargos públicos.
Y sí se agrega que está rodeado por una runfla de lo que llaman "Reynosa Trash" el panorama se complica, son los logrones y ganosos que al grito " ahora nos toca a nosostros ", conciben la administración pública como un medio para enriquecerse de manera rápida y escandalosa, es el lumpenaje político. Asi es, así ha sido y así será.
Al gobernador electo Cabeza de Vaca, le vendría bien saber lo que pensaba Jean Paul Sartre, filósofo del existencialismo, sobre la autenticidad "...quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es....". El quid, el meollo, la incógnita de los tamaulipecos es que no sabemos quién es Cabeza de Vaca, ni lo elemental, no sabemos quién lo parió. Y lo que los periódicos, casí en forma unánime, escribieron, asegurando que de es de lo peor en todos los sentidos. Pero, era peor el candidato del PRI que rechazaron en las urnas.
Y concluyo con algo que he escrito desde hace muchos años: " tengo fe mas no esperanza de que las cosas cambien"
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12 / septiembre / 2016
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