( Personaje fundamental en la historiografía
de Tamaulipas. Hoy está olvidado y su muy
importante obra no se conoce. Tenía muchos
"gatos en la barriga". Su obra postuma sucitó
un escándalo )
Carlos F. Salinas Domínguez
Ciro R. de la Garza Treviño (1905, Burgos, Tamaulipas-1973, Ciudad Victoria , falleció a los 68 años de edad ) a la fecha es un personaje casi olvidado o desconocido por la inmensa mayoría de los tamaulipecos. Es probable que se deba al transcurrir del tiempo que borra de la memoria histórica y colectiva de los ciudadanos a personajes que en su momento fueron muy importantes en la vida cívica de la entidad.
Perteneció a una generación de tamaulipecos que vieron y sufrieron de niños los embates de la revolución de 1910 que trastocó para siempre un modo de vida. Los años posteriores se dejaron sentir en casi todas las familias que habían perdido todo o parte de su patrimonio, fué una época en que la pobreza campeaba en los hogares.
No obstante esa situación un puñado de esa generación, los nacidos entre 1900 y 1920, lograron superar los años de vivir con estrecheces accediendo a los estudios universitarios en la UNAM en la Ciudad de México , que propiciaba la capilaridad social, tan sólo unos nombres a título de ejemplo: el propio Ciro R. de la Garza, Praxedis Balboa, Rodolfo Reséndez, los hermanos Juan, Manuel, Raúl y Carlos Guerrero Villarreal, los hermanos Alfredo, Antonio, Emilio, Federico y Jorge Martínez Manautou, los hermanos Gaudencio y Abelardo González Garza, Juan Fidel Zorrilla, los hermanos Salvador y Manuel Salinas Peña, de Laredo, Gastón Salazar Cárdenas, Mario Román Zuñiga, Humberto de la Garza Kelly, Francisco Hernández García, Natividad Garza Leal, Adán Mercado Cerda, Norberto Treviño Zapata y muchos más.
Ciro R. de la Garza fué abogado postulante, funcionario de la Procuraduría del DF en la Ciudad de México, magistrado, después magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia de Tamaulipas, oficial mayor del gobierno estatal, pero fundamentalmente, por vocación y aptitud, fue un historiador formado no en las aulas sino en sus vivencias, era un lector inteligente, acucioso observador de la vida diario, con énfasis en los actores de la política a ras de tierra con sus miserias de pequeñez humana.
Además, auspició el estudio de la historia local desde la fundación de la entonces Universidad de Tamaulipas hasta lograr la creación del ahora venido a menos Instituto de Investigaciones Históricas. Asimismo, fué el promotor y le dio al pintor dió las ideas para que se plasmara la historia de Tamaulipas en el mural que se encuentra en el vestibulo del Teatro "Juárez". Escribió decenas de ensayos históricos, palquette sobre distintos enfoques de la revolución de 1910. Le apasionaba la historia de la revolución de 1910.
Su obra mayor, de extraordinario mérito por lo acucioso en datos, fechas y nombres, fué "La Revolución Mexicana en el Estado de Tamaulipas", tomos I y II, con más de mil páginas cada tomo, editado por la Librería de Manuel Porrua, S. A., en la Colección Biblioteca Mexicana números 45 y 50 en los años 1973 y 1975, respectivamente.
El autor siguió, en la redacción de esta obra, la vieja tradición de la escuela francesa de los anales, esto es, el registro diario del acontecer. En el país ya existía la magna obra de Alfonso Taracena, tabasqueño. que escribió una obra fundamental: "La verdadera historia de la Revolución mexicana", bajo la premisa de: narrar las cosas como en verdad sucedieron. El trabajo y esfuerzo de Ciro R. de la Garza es muy valioso, por desgracia casi se ha perdido, en razón a que el tiraje de los dos tomos mencionados fue de apenas mil ejemplares cada uno, es una edición agotada, no se ha vuelto a reeditar. Los gobiernos de Tamaulipas, no han tenido interés en reeditar a través de la entidad administrativa que se ha encargado de las publicaciones que ha auspiciado en los últimos seis sexenios, por patrón, con pocas excepciones, imprimir libros chatarra o basura, y el Instituto de Investigaciones Históricas de la UAT se ha tornado en una oficina burocrática y sin recursos. En la Ciudad de México, en la calle de Donceles, en las librerías de viejo que abundan en esa arteria se pude conseguir aún ejemplares.
El segundo tomo de "La Revolución Mexicana en el Estado de Tamaulipas",se dió a la estampa en 1975 , esto es, fué un libro póstumo, que circuló gracias a la iniciativa por imprimirlo de sus hijos José Lorenzo, Adriana Isabel y Gracia Lilia de la Garza Villaseñor.
A mediados del año de 1975, cuando empezó a circular y leerse en Ciudad Victoria, causó un impacto terrible en personajes aludidos que se sintieron sumamente ofendidos por lo que se relataba de éllos o los comentarios muy crudos del autor que describe con detalle y con muy "mala leche" el quehacer diario de la vida social, política y económica de Ciudad Victoria de 1947 hasta 1973, fecha de su deceso. Es un mural descriptivo de la gente de Ciudad Victoria. De manera obsesiva se ensaña con algunos personajes en los que no oculta su malquerencia y desprecio, a saber: Alfonso Pesil Tamez, Francisco Hernández García, Enrique Cárdenas González, Raúl Aceves Carmona, José Cruz Contreras, Norberto Treviño Zapata, entre otros. Y cómo el autor ya le habían dado tierra no hubo a quién reclamar. Se quedaron con su entripado y la exhibida que les da.
Y concluyó con un final de película. El personaje Ciro R. de la Garza, sabía que iba a morir a causa de una enfermedad terminal, con mucha entereza convocó días antes de morir a sus pares, a sus amigos, y, a compañeros de profesión para ofrecerles una cena de despedida. Todo fué sobrio, bien llevada la velada, sin cursilerias ni tristezas, se brindó por la vida. Por la vida bien vivida. Y Ciro R. de la Garza Treviño murió a los pocos días, les tenía reservada una sorpresa a la gente de Ciudad Victoria, la inclemencia de sus comentarios
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27 / octubre / 2016.
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